¿Puedo redecorar la vivienda sin pedir permiso al propietario?

¿Estás viviendo de alquiler y te gustaría realizar algún tipo de reforma para cambiar la decoración de tu casa? Ten cuidado, si no tienes en cuenta la ley vigente y te olvidas de avisar a tu propietario, te arriesgas a tener problemas. En Roomlala, te informamos de todo lo que deberías saber en estos casos.

Si las modificaciones que queremos introducir en nuestro domicilio son solo obras de mejora, es decir, no son absolutamente necesarias para el uso y disfrute de la misma, sino que se trata de algo destinado únicamente a mejorar la comodidad de la vivienda, sí podemos llevarlas a cabo, aunque no seamos los propietarios.

Sin embargo, la ley es muy clara respecto a las obras del arrendatario, ya que establece, por encima de todo, lo que no podemos hacer; no podremos realizar obras que modifiquen la configuración de la vivienda o de sus accesorios, sin contar con la autorización, por escrito, del propietario.

En el caso de que el inquilino efectúe las reformas, sin contar con el previo acuerdo del propietario, este último puede aprovechar la situación como pretexto para finalizar el contrato de alquiler, tan pronto como crea conveniente.

Del mismo modo, el propietario estará en facultad de exigir que se devuelva la vivienda al estado anterior, cuando el inquilino deje el alojamiento (es posible que el propietario se dé cuenta de los cambios en su inmueble, al revisar el inventario, el día de la salida). Por ello, este podrá también conservar las mejoras, pero sin que el inquilino tenga derecho alguno a reclamar una compensación por la inversión realizada.

Como último caso, si las reformas llevadas a cabo por el inquilino han provocado algún tipo de disminución en la estabilidad o la seguridad de la vivienda, o de la finca, el propietario y la comunidad podrán reclamar la restitución de la reforma y la finalización inmediata del contrato de arrendamiento.

Para estar completamente seguros de que estamos en el marco de la legalidad, es imprescindible que solicitemos a nuestro propietario un acuerdo por escrito y en el que conste su firma, si tenemos la intención de llevar a cabo alguna reforma. Es posible realizar la solicitud por correo postal, correo electrónico o, incluso, por teléfono, si la relación entre ambas partes es buena. Será necesario especificar detalladamente las diferentes modificaciones a efectuar en la vivienda y el costo exacto de las mismas.

Una vez obtenido el permiso del propietario, no es necesario que éste participe en el proceso, siempre que todo se haga según lo acordado. Sin embargo, debes saber que tras la reforma de la LAU de 2013 es posible, previo acuerdo en el contrato de arrendamiento, sustituir el pago total o parcial del alquiler por la financiación y organización de una reforma, por parte del arrendatario. Es muy importante que, si decidimos elegir esta opción, todo quede claro en el contrato; será necesario especificar hasta el más mínimo detalle y establecer plazos para realizar las distintas reformas, además de que se deberán cumplir y tener en cuenta las leyes urbanísticas vigentes.

Si lo anterior te supone demasiada complicación y prefieres realizarlo como siempre se ha hecho, lo más habitual, tras obtener la autorización es que, a la finalización del contrato, el propietario te reembolse los gastos de la reforma, ya que es obvio que ha obtenido una mejora considerable en su inmueble.

Autor del artículo: Roomlala